Show de slides con fotos aereas de Buenos Aires

Cuento ilustrado

LA GRANJA
Resulta que una vez los chicos del jardín fueron de excursión a una granja.











Dieron una vuelta por el lugar, y vieron una vaca.
- Ven la vaca? - dijo la maestra.
- Adónde? - preguntó Berberecho.
- Allá, ese animal grandote que come pasto - dijo Martina.
- Eso no es una vaca. - respondió Berberecho muy seguro. La vaca nos da la leche.
- Y sí, dijo la maestra, se la ordeña y le sale leche.
- No, no se la ordeña, - insistió Berberecho. - Se le corta una oreja, se la acuesta en un vaso, y se la vuelca. Y sale la leche.
- Cómo? - Pero de donde sacaste eso? - preguntó la maestra extrañada.
- Todos los días lo hacemos en mi casa. Compramos una vaca, o dos, y nos tomamos la leche.
- Pero Berberecho, no puede ser.- dijo Martina. Adonde metés una vaca entera?
- En la heladera.
- Berberecho, me parece que vos estás hablando de otra cosa. Decíme, cómo es la vaca que vos comprás?
- Y es blanca, rectangular, blandita, fría y con cuatro orejitas. - Pero Berberecho, eso que vos decís es un sachet de leche.
- Pero no seño, Ud. nos enseñó que la leche sale de la vaca , y en mi casa la leche sale de unas vaquitas con cuatro orejas.
- Berberecho, la vaca dice: Muuuuu....
- No seño, la de mi casa dice: Leche. Como tiene leche, dice leche. Si tuviera muuu, diría muuu. Lo que sí además de leche, dice otras cosas.
- Qué cosas?
- Dice un litro, y la marca, y hay un dibujo de un animal de cuatro patas con manchas negras.
La señorita le explicó todo el proceso por el cual la leche se envasa en sachets, se distribuye y se vende, hasta que Berberecho entendió. Sin embargo, Pifucio estaba decepcionado con haber visto una simple vaca. Y dijo:
- Señorita, está segura de que ese bicho que está allí no será un león en lugar de una vaca? Porque a mí me gustaría ver un león.
- Qué ? - dijo la maestra.
- Sí, un león. Yo ví un programa en la tele que había leones muy malos y peligrosos que mordían a la gente.
- Pero Pifucio, te digo que es una vaca.
- No, me parece que es un león peligroso, y nos va a comer a todos!

- Pero los leones tienen el pelo largo...
- Este fue a la peluquería y se lo cortó.
- Y también son marrones.
- Este además de cortarse el pelo, se lo tiñó de blanco y negro.
- Y son más flacos.
- A éste le gustan mucho los caramelos.
- Y además tienen uñas largas y filosas.
- Éste fue a la manicura.
- Los leones no comen pasto.
- Éste está a dieta para adelgazar.
- Además tiene cara de vaca.
- Porque se hizo cirugía estética.
- Y muge como una vaca.
- Está disimulando.
- Pifucio! - se enojó la maestra. Basta de llevarme la contra!- Es una vaca y punto.
- Digamos que es una vaca aleonada...
- No!
- Un león avacado...
- No!
- Un vaco llamado León...
- No existe la palabra vaco, en todo caso será un toro. Y éste no es un toro, es una vaca.
- Entonces es una vaca que se llama León.
- Bueno Pifucio, está bien, no es una vaca, es un león. Parece una vaca, camina como vaca, come como vaca, muge como vaca, pero es un león. Estás conforme?
- Si señorita. Es un león. Aunque se parece un poquito a una vaca...

Cuentos locos y graciosos del Profesor Serapio (http://www.netic.com.ar/cuentinf/)

Cámaras en vivo

Para quien quiera ver las estaciones de nuestros ferrocarriles, el Ministerio del Interior tiene un servicio cámaras instaladas en ellas.

Para poder acceder se solicita un nombre de usuario (vecinos) y una contraseña (nombre de la estación).

Aquí está el link a mi estación de Coghlan.

http://www.mininterior.gov.ar/camarasenvivo/coghlan/cogl_p.asp

Nota: puede que les pida instalar algún plug in, nada complicado.

Introducción

Me gustan los trenes

En mi infancia, el tren me parecía algo de adultos: en particular, pertenecía al mundo de mi Papá. Él se levantaba cada mañana para ir al trabajo y después de caminar 7 cuadras hasta la estación, tomaba el tren que lo llevaba "al centro"; y otro tanto para volver. Su traje siempre olía a esos viajes y ese olor me resultaba muy familiar cuando me saluda al regresar.
El tren también me parecía algo especial: para las vacaciones que tomábamos lejos de la Capital, donde concurrían ritos de reservas de pasaje, cuentas de kilómetros y horas, despedidas en el andén... porque nos íbamos lejos.
Una vez más, el tren tenía para mí algo anecdótico: cuando teníamos que visitar a algún pariente lejano y emprendíamos ese viaje de domingo por la tarde.
Cuando me mudé al barrio de Coghlan, tenía treinta y pico y la estación estaba al pié del edificio donde vivía. Desde mi onceavo piso, podía ver todas las vías y los trenes yendo y viniendo todo el día. El tren se volvió un amigo y un aliado para toda mi cotidianeidad: sus horarios eran mis horarios; sus asientos, mi momento de lectura; su velocidad, el tiempo exacto para llegar a destino; sus pasajeros habituales, una cara más de mi Buenos Aires querido; sus personajes ocasionales, los que roban nuestra atención por un momento, para pedirnos algo o para entretenernos, siempre hablaban algo a los oidos de mi alma.
Me gusta ver a los niños saludar el paso del tren y me gusta la sensación que el tren produce en la gente: a veces es respeto, cuando se espera de pié frente a un paso a nivel; a veces es fastidio, cuando se bajan las barreras delante de nuestras narices. Me gustan los trenes viejos y los nuevos; los que cargan pesadas mercancías; los que están "reciclados"; los que salen llenos y llegan vacíos y los que salen vacíos y llegan llenos. Me gusta el tren, y estar con Uds. en este viaje!

Un mismo tren, distintos blogs

Vías de la Estación Coghlan: Ferrocarril Mitre: Ramal J.L. Suarez

Vías de la Estación Coghlan: Ferrocarril Mitre: Ramal J.L. Suarez
Fotografía: Eduardo Ruffo

Estación Coglhan - Ferrocarril Mitre: Retiro - B. Mitre

Estación Coglhan - Ferrocarril Mitre: Retiro - B. Mitre
Fotografía: Eduardo Ruffo, 02 marzo 2007

Estación de Coglhan: biblioteca Bartolomé Mitre

Estación de Coglhan: biblioteca Bartolomé Mitre
Fotografía: Eduardo Ruffo, 02 marzo 2007

Datos personales

Estepona, Málaga, Spain

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